viernes, 12 de marzo de 2010

Suicidios creativos: Bill Thomas

“Por lo tanto, para mí lo erótico tiene que ser siempre feo, lo estético siempre divino y la muerte hermosa”

Salvador Dalí.

El 15 de septiembre de 1959, Bill Thomas fue testigo de una sangrienta masacre que transcurrió en su colegio. Una explosión provocada por un alumno demente que en busca del su suicidio trajo consigo cinco muertes más. “Fue un momento extremadamente difícil para mi y mis compañeros del sexto grado.” Así mismo, Bill Thomas comenta que nadie le otorgó mayor consideración a su experiencia traumática. “Casi nada se comentó al día siguiente cuando regresamos al colegio. Aquellos de nosotros que sobrevivimos la explosión y que vimos aquellos cuerpos, nos convertimos en parte de la conspiración de silencio y negación, condenados a tratar de recuperarnos de esa "admirable imagen".

Stop: Bill Thomas coloca estas imágenes abnegadas por la sociedad en la que vive y retorcidas por su subconsciente. Play: La muerte gira alrededor de este observador, se desdobla noche y dia. Se vuelve cómplice de ella. Rec: Nos presenta su trabajo; un arte conceptual, un conjunto situacional de acciones que representan una situación de auto aniquilación. Reflejando en su obra actos que podrían producir el suicidio, pero que en realidad producen obras de arte fotográfico.

Soltando el gatillo

El arte de Thomas procura tocar el tema socio-psicológico con una mirada irónica, viendo el suicidio tanto del lado serio como de la perspectiva humorística. Las fotografías son escenas construidas y dirigidas en donde se ve al artista en un acto suicida en una variedad de formas extravagantes. Las fotografías son presentadas en formatos de blanco y negro. La luz que se irradia en su obra tiende a iluminar un mundo miserable, representando a la muerte y al suicidio como la negación de la sociedad.

El suicidio rompe los tabús, en tanto que sus conductas auto-destructivas son encajadas con un fondo de humor negro. Ya que el humor es también una reafirmación de vitalidad y de poder constructivo para mantener al espectador a lo largo de esta extraña travesía en los senderos que se bifurcan entre el arte y la vida, al margen de cualquier imagen que recuperamos o de la cual hay que recuperar.

Disfruten de estos creativos suicidios.


1 comentario:

  1. Has dado en el clavo, hermano; no conocía la obra de Bill Thomas ni en lo más mínimo, y la pura verdad es que es un genio. Sigue así con el blog, compadre, que está saliendo bueno.

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